La Vanguardia
Transcribo la última columna de esta página
Incidentes con “ultras”
También eran relativamente escasas las banderas. Casi todas senyeres y algunas banderas españolas llevaban un crespón negro. como las miles que se habían colgado desde el mismo viernes en todos los balcones de la ciudad. No había ninguna ikurriña, ni siquiera con crespón.
Era la primera gran manifesiación celebrada en Barcelona sin la presencia de la bandera vasca. Un diputado catalán comentaba que “Cataluña nunca ha sido anti vasca y nunca lo será, por eso no hay que preocu parse, pero la ausencia de ikurri ñas es un mal síntoma”.
La bisoñez de buena parte del servicio de orden estuvo compensada por el buen hacer de otra parte. Varios miembros de este servicio supieron. en un momento dado aislar a un grupo de ultraderechistas, que habían llegado a las manos y al golpe de asta de bandera en la cabeza ajena con otros manifestantes. Estos ultraderechistas habían soliviantado a otros manifestantes gritando que el so- cialismo y el independentismo eran lo mismo que el terrorismo. Tras ser aislados, se apartaron del grueso de la manifestación, utilizando incluso aerosoles contra la cara de quien les salía al paso para volver a ella cuando concluía, con la intención de manifesturse por su cuenta, cosa que renunciaron a hacer por indicación de la Guardia Urbana. Estos incidentes protagonizados por los ultraderechistas, que lanzaron octavillas de Cedade, fueron los únicos de una manifestación que transcurrió en un clima de tranquilidad y respeto por las víctimas del atentado.
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Cuando participas en una "batallita" siempre te queda en la memoria.
Si tienes 19 añitos recien cumplidos te hierve la sangre.
Tocaba salir a las calles y gritar contra tan brutal masacre.
Y tocaba gritarles a los borregos por su hipocresía, torpemente disimulada, participando en ese mismo acto.
Tocaba señalar y pedir cuentas a los independentistas presentes amigos hipócritas de los asesinos.
Eso fue lo que paso
Los gritos contra ETA y contra el gobierno de la época eran silenciados con silbidos. Y eso jode mucho.
Recibir insultos de la "masa de borregos" por llevar una bandera Española o mostrar tus palmas al cielo ..... eso jode mucho.
Las banderas catalanas esteladas insultaban muchas cosas y eran una burla.
Eso debía parecerme a mi y a los que estaban junto a mi .... Y era deber "pedirles educadamente" que debian esconderlas y que debian marcharse a otra zona de Barcelona.
Algunas veces las cosas se descontrolan y te pasas la tarde dando carreras por el centro de la ciudad .................... es lo que tiene no tragar con todo.
Es humillante que los "amigos" de los asesinos y los borregos cobardes consigan "echarte" de una manifestación por miedo a su propia vergüenza.
Por desgracia eso continua pasando y es una victoria para los asesinos.
No importa
Nuestra obligación es continuar remando, gritando y saliendo a las calles.
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