Gritad, tirad piedras. No conseguiréis que piense como vosotros. Remo contra corriente porque es mi vocación. Y al final me encontrareis muerto con el remo en la mano y os quitaréis los sombreros para rezar por un rebelde.
domingo, 21 de noviembre de 2010
¿Qué Hacer?
¿QUÉ HACER?
Por JUAN PABLO VITALI
Ponerse una mochila e ir a conocer a nuestra gente, que todavía vive en los antiguos pueblos de piedra.
Cruzarse un cuchillo a la cintura y no dejarlo nunca olvidado. La compañía del acero durante siglos mejoró a los nuestros, sin duda fue un error abandonarlo.
Encender fuegos nocturnos y recordar a nuestros muertos. Ese fue el culto que hizo grande a Roma.
Explicar a las mujeres que sus hijos son los hijos de la estirpe.
Explicar a nuestros hijos que han venido al mundo a mandar y a sufrir.
Tomar los pueblos abandonados.
Tomar las casas abandonadas y antes de entregarlas si esto es inevitable, destruirlas.
Considerar que ningún hombre es nuestro hermano, si no toma inmediata conciencia de lo sagrado.
Soñar siempre con la victoria y no pensar nunca en la derrota.
No permitir ninguna falta de respeto.
Criar perros de combate, porque suelen ser más fieles que los hombres.
Saber que un buen libro, es tan importante como la mejor bandera.
Reconocerse anónimo. Nadie es reconocido en un pueblo en extinción.
Saber que a algunas cosas, hay que ayudarlas a morir.
Diferenciar la forma del fondo. Los viejos uniformes quedaban bien a nuestros abuelos, nosotros debemos diseñar los propios.
No olvidar que los espacios son mutables y que quedan pocos hombres, de modo que a no exagerar la estrechez cuando buscamos a los camaradas perdidos.
Considerar que algunos de ellos están lejos, porque nuestra estirpe ha sido siempre migratoria. Buscarlos es comenzar a ocupar también la lejanía.
No es mucho, pero a veces los hombres comienzan a actuar cuando se vuelven parcos.
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